Hay canciones que se escriben una vez y otras que necesitan una segunda vida para desplegar todo su sentido. En Camarada Errante, Raule revisita uno de los momentos más íntimos de Zurdo —su álbum de 2024 publicado por Satélite K y Monoprod— y lo hace acompañado de una de las voces más queridas y reconocibles del flamenco pop: Mari de Chambao. El resultado es una versión que dialoga con la memoria, abraza las cicatrices y entiende el camino artístico como un viaje de resistencia compartida.

La pieza, que para Raule funciona como un autorretrato emocional, vuelve ahora reforzada por una complicidad natural. «Era la mejor canción para que una luchadora como Mari pudiera cantar con él a todo pulmón», explica el jerezano. Y no es casual: ambos conocen la cara luminosa y la cara ardua de la música, esa ruta irregular que, pese al desgaste, sigue siendo —como dicen— una «inyección de dopamina para el alma». Cantan desde la misma perspectiva: la convicción de que no podríamos vivir sin este oficio que exige entrega, tiempo y un grado particular de valentía.

Raule llega a esta colaboración tras un periodo de expansión artística. Con dos discos de oro y el reconocimiento como Artista Revelación del Flamenco en los Premios Odeón 2023, el músico ha consolidado un sonido propio que mezcla flamenco con funk-pop, impronta que se potencia en directo y que lo ha llevado a vender más de 50.000 entradas en su última gira. En paralelo, su disco Zurdo supera los 40 millones de reproducciones, mientras Ninfómano, lanzado a inicios de 2024, continúa sumando público y afianzando su identidad musical.

Tres discos —Sin Protocolo, Limbo y Zurdo— han bastado para situarlo entre los nombres más vibrantes del panorama español. Camarada Errante, en esta nueva lectura junto a Chambao, confirma que Raule no está solo en el camino: el viaje continúa, acompañado, intenso y luminoso. Una alianza que no solo revisita una canción, sino que amplifica su sentido: seguir adelante, seguir creando, seguir cantando.