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Ventanas a lo insólito: la mirada reveladora de Albarrán Cabrera
Ventanas a lo insólito: la mirada reveladora de Albarrán Cabrera
En un mundo saturado de imágenes, detenerse ante una fotografía que invita al misterio es casi un acto de resistencia. 'Ventanas a lo insólito', el más reciente trabajo del dúo artístico Albarrán Cabrera, hace precisamente eso: abrir una grieta en lo cotidiano para que aflore lo extraordinario.
Anna Cabrera (Sevilla, 1969) y Ángel Albarrán (Barcelona, 1969) trabajan juntos desde 1996. Su obra conjunta ha sido reconocida internacionalmente por una aproximación poética y filosófica a la fotografía, explorando los vínculos entre imagen, percepción y memoria. Ahora, con este nuevo proyecto que dará forma también a un libro homónimo —previsto para noviembre— se sumergen en una dimensión aún más profunda de lo visual.
Inspirado en el ensayo 'Ventanas a lo insólito' de Julio Cortázar, el trabajo propone un diálogo entre espectador e imagen donde lo inesperado no es un accidente, sino una revelación. Cortázar hablaba de esa capacidad de la fotografía para capturar lo que no se ve, para dejar que lo extraño irrumpa en la realidad sin previo aviso. Albarrán Cabrera recogen esa idea como punto de partida, y la llevan más allá: cada fotografía es una invitación a desconfiar de lo evidente, a permitir que la imagen nos hable desde sus márgenes, desde lo que se escapa a una primera mirada.
Lejos de la reproducción masiva y estandarizada de la imagen digital, su obra recupera el objeto fotográfico como soporte material y simbólico.
Pero esta propuesta estética no se sustenta solo en lo conceptual. El dúo desarrolla una práctica técnica meticulosa que incorpora procesos artesanales como el platino/paladio, la cianotipia y el uso de materiales nobles como oro, cristal o aluminio. Lejos de la reproducción masiva y estandarizada de la imagen digital, su obra recupera el objeto fotográfico como soporte material y simbólico. Cada imagen es también una huella física, una superficie donde se entrecruzan luz, tiempo y materia.
En este juego de percepciones, 'Ventanas a lo insólito' nos propone una experiencia sensorial y cognitiva. No se trata solo de mirar, sino de permitir que la imagen active en nosotros recuerdos, asociaciones, narrativas íntimas. En un tiempo donde la velocidad de consumo visual anula la profundidad de la experiencia, la obra de Albarrán Cabrera nos recuerda que ver es, también, un acto de interpretación, una construcción subjetiva en constante transformación.
Albarrán Cabrera no fotografían lo que está frente a la cámara, sino lo que aún no hemos aprendido a ver.
Como escribió Cortázar, lo insólito no se fabrica: se revela. Y esa revelación, sutil y poderosa, es el corazón de este trabajo. En cada imagen, una grieta; en cada grieta, una posibilidad. Albarrán Cabrera no fotografían lo que está frente a la cámara, sino lo que aún no hemos aprendido a ver.