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La serie Spirits Going Through, de Bruna Marcon Weber, ofrece una mirada íntima sobre la añoranza a través de visiones espectrales

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La serie Spirits Going Through, de Bruna Marcon Weber, ofrece una mirada íntima sobre la añoranza a través de visiones espectrales

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La artista y fotógrafa brasileña residente en Miami, Bruna Marcon Weber, ha compartido con TRAF su trabajo Spirits Going Through, una colección de imágenes que combina, con ocurrencia y elegancia, la técnica de light painting y su necesidad de soporte emocional por medio del arte.
8 min lectura

Las imágenes del proyecto Spirits Going Through fueron tomadas por Bruna en varios ambientes y espacios abandonados de Miami, en Estados Unidos. Y lo que en un principio iba a ser un trabajo de denuncia sobre la crisis de la vivienda, se transformó en un relato íntimo sobre la nostalgia, a través de personajes espectrales que posan inesperadamente en una falsa coexistencia con su entorno, intentando formar parte. «‘Go Through’ significa 'atravesar algo', en general doloroso», explica la fotógrafa brasileña. «El proyecto tiene que ver con mis ganas de tener a mi lado a personas que no están, mientras paso por el proceso de crear una nueva dinámica en mi vida». Las imágenes son descriptivas pero desconcertantes, y desafían la comprensión del espectador de una versión íntima de escenas cotidianas, fragmentadas como en un sueño.

¿Cómo nace 'Spirits Going Through' ?

Trabajaba en otro proyecto documentando inmuebles abandonados. En un primer momento me llamó la atención estéticamente. Al investigar sobre el tema, descubrí que en el año 2023 había en Miami una relación matemática de 36,55 inmuebles vacíos por cada persona sin hogar, según un estudio de United Way NCA (Organización benéfica sin fines de lucro), lo que me llamó mucho la atención. Pero no lograba desarrollar visualmente aquel trabajo, de una forma que trajera un punto de vista único desde mi parte. Por cierto, sigo sin desarrollarlo. Así que empecé a jugar con el light painting (el arte de crear fotografías fijando tiempos de exposición largos en una cámara y utilizando una fuente de luz en movimiento para 'pintar'). Al principio, dibujaba formas muy aleatorias. El concepto surgió con el método. Fui perfeccionando los movimientos de luz conforme practicaba. Además de sentir la necesidad de tener soporte emocional e íntimo de aquellas mujeres que extrañaba (y extraño). Había una carencia del placer y del ocio. Me imaginaba tomando vino con ellas, hablando de literatura, llorando, chismeando, riéndonos de cosas tontas hasta que nos dolieran los cachetes. ‘Go Through’ significa 'atravesar algo', en general doloroso. El proyecto tiene que ver con mi ganas de tener a aquella gente a mi lado, mientras paso por el proceso de crear una nueva dinámica en mi vida.

«Cada figura es una entidad que representa varias personas. No hay una forma definida.»

El concepto principal de tu proyecto pareciera ser la nostalgia y el recuerdo, y lo interpretas delicadamente a través del light painting ¿Qué te motivó a usar esta técnica?

Un poco por aburrimiento, un poco por ganas de experimentar y un poco por la falta de los personajes. Cada figura es una entidad que representa varias personas. No hay una forma definida. Empecé este trabajo a menos de un año de haberme mudado a Estados Unidos. Ha sido (y sigue siendo) particularmente difícil adaptarme. En aquel momento estaba muy interesada en la crisis de vivienda en Miami y empecé a documentar casas abandonadas. Sentía que aquellas fotos eran necesarias pero aburridas. Por otro lado, extrañaba a mi madre, que en aquel momento ya había fallecido hacía más de diez años, extrañaba a mi hermana, mi mejor amiga y mis primas. Así que decidí representar esas figuras con el light painting.

«Desde el inicio tenía la intención de usar espacios visiblemente abandonados, por sus condiciones de suciedad, el propio deterioro, las hierbas creciendo sin freno, para simbolizar algo que está al margen, como me siento yo al ser inmigrante.»

También se perciben rasgos de abandono y deterioro.

Sí, cuando lo desarrollé busqué ambientes deteriorados con la intención de representar el malestar de la situación en que me encontraba. Desde el inicio tenía la intención de usar espacios visiblemente abandonados, por sus condiciones de suciedad, el propio deterioro, las hierbas creciendo sin freno, para simbolizar algo que está al margen, como me siento yo al ser inmigrante. Pero la pregunta me hace pensar en abandono desde otro punto de vista. No el de sentirme abandonada, pero sí haber yo abandonado la vida que llevaba, y varias de las relaciones de las cuales echo en falta... haber abandonado lo que me era familiar.

Considerando lo sensible que es ser migrante, ¿Cómo lo manifiestas a través del arte, en este caso a través de la fotografía?

En primer lugar, diría que se manifiesta de una forma muy concreta, que son las restricciones de trabajo que tengo. Pensando en los aspectos subjetivos, no sé si tengo esa respuesta. Agradezco la pregunta porque me hace reflexionar sobre ello. Creo que por un lado están los aspectos que me dan curiosidad sobre nuevas dinámicas de vida que yo no conocía. También hay sentimientos de rechazo a esta cultura, en la cual me metí, que por cierto es muy heterogénea. Por ejemplo, el hiperconsumismo, la propia crisis de vivienda. Por otro lado, está la mezcla de idiomas, ya que todos los días hablo portugués, inglés y español. Eso me hace pensar diferente, los enredo, me confundo y creo que eso ha cambiado la forma con que me expreso.

spirits going through 02
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¿Por qué fotografías en blanco y negro?

Fotografié en color. En varios de los ambientes la luz era escasa. Donde había energía eléctrica y lámparas, eran luces fluorescentes. Los veía como espacios deprimentes. El blanco y negro además es un punto de uniformidad. Siento que tuve que encontrar o crear algo bonito, agradable, en medio del malestar. El blanco y negro es lo agradable.

«Busqué variedad de espacios y formas, no solo representando diferentes figuras, sino también diferentes estados de humor.»

¿Qué proceso de edición ocupaste en estas fotografías?

Muy poco. Utilicé principalmente Lightroom para convertir las fotos a blanco y negro, ajustar sombras e iluminaciones. También considero la selección de fotos como parte del proceso de edición. Busqué variedad de espacios y formas, no solo representando diferentes figuras, sino también diferentes estados de humor.

Manipular luces, sombras y velocidades son el gran secreto de esta técnica, ¿la recomiendas?

Si, pero todo depende de la intención de quien lo hace. Para trabajar esta técnica hay que usar baja velocidad en el shutter speed (velocidad a la que se cierra el obturador de la cámara) o incluso ponerlo en modo bulb (el obturador permanece abierto durante el tiempo que se presiona el disparador) y provocar o buscar el movimiento de luz. Si usas una linterna de diámetro pequeño, las líneas del dibujo saldrán más finas. Hay un montón de tipos de linternas. Una vez usé una que tenía una plancha de metacrilato pegada en ella, así que el formato de la luz salía rectangular, en oposición a líneas sencillas, producidas por una linterna común.

¿Cómo entras al mundo de la fotografía?

No fue una puerta por la cual pasé y me quedé. Más bien fue un laberinto donde me perdí y busqué de forma errática el camino. En este momento estoy de vuelta a la fotografía. Me considero en inicio de carrera y siento que pasaré a lograr trabajos sólidos cuando tenga mínimo diez años de constancia en mi oficio. Creo que mi primera relación más activa con ese lenguaje se dio en mi infancia, con una cámara compacta 35mm (también conocidas como cámaras de apuntar y disparar) que tenía mi familia. Sacaba fotos de mi mamá, de mis cuadernos de escuela, de mis peluches, selfies sin foco. Cuando tenía unos doce años mi hermana se compró una cyber shot (cámaras digitales creadas por Sony), algo completamente nuevo para mi entorno. Yo estaba fascinada. Más tarde, cuando estudié la carrera de comunicaciones en la Universidad Federal de Río de Janeiro, en Brasil, en el primer año tenía la opción de hacer una clase de fotografía analógica. Ahí fue cuando me enamoré. Después de un año ahorrando me compré mi primera cámara réflex digital y comencé a realizar fotografía de calle y fotoperiodismo. Cubrí varias protestas. En el año 2016 creé un proyecto de clases de fotografía en un hospital psiquiátrico que había dentro del campus donde estudié. Durante seis meses impartí clases a usuarios y empleados de tres instituciones gubernamentales de salud mental. Es de lo que siento más orgullo de haber hecho. En aquel momento ya estaba a punto de graduarme. Sentía que mi práctica visual se había quedado bloqueada. Hoy entiendo que fue falta de educación fotográfica. Trabajaba alrededor de 40 horas semanales y la fotografía fue quedando dormida poco a poco. En el 2022 ya estaba harta de trabajar con comunicaciones en el ambiente corporativo y desde el año anterior me preparaba financieramente para dejarlo. Me mudé de Brasil a Estados Unidos, aún trabajando, pero a los dos meses dimití y empecé a buscar una maestría mientras hacía trabajos freelancer y estudiaba inglés. Descubrí un programa de posgrado en fotografía y en eso estoy.

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ODETTE RIBOT

Fotógrafa

Explorando luces y sombras

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