Deportistas destacados

Proyecto financiado por el Fondo de Fomento de Medios de Comunicación Social del Gobierno de Chile y del Consejo Regional de Tarapacá.
Imagen
Imagen

Deportistas destacados

Proyecto financiado por el Fondo de Fomento de Medios de Comunicación Social del Gobierno de Chile y del Consejo Regional de Tarapacá.
Imagen
Imagen
    6 min lectura
  • Palabras
    Rodrigo Cavada
  • Imágenes
    Flou Comunicación | Imágenes
  • Producción
    Boris Miranda G.
  • Compartir
En tiempos en que la economía del salitre exportó toneladas de oro blanco, pescadores, pampinos y ferroviarios forjaron identidad deportiva.
6 min lectura

Competencias atléticas, partidos de fútbol y disputas de box, entre muchas otras disciplinas, congregaron a sociedades obreras y pescadores del norte de Chile. En el año 1905, en Iquique, ya existía el primer club deportivo, cuatro años más tarde el club deportivo Norteamérica.

El impulso se detuvo hasta el 14 de junio de 1921, cuando pescadores del barrio El Colorado fundaron el club deportivo Estrella de Chile, que ha levantado la copa como vicecampeón nacional de clubes y títulos de Iquique en los años 1939, 1940, 1971, 1974 y 1976, invicto en 1977, campeón en 1983 acumulativo y tricampeón los años 1985 invicto, 1986 y 1987.

Competições de atletismo, jogos de futebol e de boxe, entre muitas outras modalidades, reuniam as sociedades operárias e de pescadores do norte do Chile. Em 1905, existia o primeiro clube desportivo em Iquique e, quatro anos mais tarde, foi fundado o clube desportivo Norteamérica.

A dinâmica parou até 14 de junho de 1921, quando pescadores do bairro de El Colorado fundaram o clube desportivo Estrella de Chile, que levantou a taça como vice-campeão nacional de clubes e títulos de Iquique em 1939, 1940, 1971, 1974 e 1976, invicto em 1977, campeão em 1983 acumulado e tricampeão em 1985 invicto, 1986 e 1987.

Para el primer título obtenido, Estrella de Chile formó con futbolistas pampinos. Desde entonces, los nombres de recordados, olvidados y talentosos jugadores se multiplican por todo El Colorado. «La oncena amarilla siempre ha estado entre las primeras de la tabla de posiciones. Nunca se ha visto disminuida. Pareciera que estos coloraínos nacieran con el esférico. Le tienen un amor al fútbol y lo demuestran en beneficio de su club en la cancha», publicó hace décadas el periodismo impreso.


Estrellanos

«Si mal no recuerdo se llama Ernesto Bustillos, aunque lo reconocerían mejor por su apodo de Indio Bocho. Siempre que se le preguntaba la edad él decía, tengo 33. Era de contextura delgada, no más de un metro 1,65 y no pesaba, en su mejor tiempo de deportista, más de 60 kilos. Es decir, nada tenía de un hombre de presencia imponente. Sin embargo, su grandeza radicó en su humildad y talento innato para jugar fútbol. Jugó por amor a la camiseta en Estrella de Chile y Las Cabras, por trabajo en deportivo Eperva, campeones varias veces entre los años 1970 y 1979. Casi nunca lo vi caminar por la calle Las Cabras, eso lo hizo solamente de viejo, cuando era joven sus caminatas eran por el terreno del ferrocarril, específicamente por la línea férrea y, en ese caminar, casi siempre pasaba a la casa. Entraba por la antigua puerta de durmientes que era parte del cierre de los límites del ferrocarril. De niño me llevaba a los partidos de Estrella de Chile en la década de los setenta. Imagínense que como bolsón deportivo solo llevaba una bolsa de nylon con su par de zapatos y unas vendas, incluso cuando niño estuve con él en una celebración por un campeonato en la casa de don Leonardo Lagos, que por esos años era el presidente del club. Crecí viéndolo jugar junto a unos cuantos buenos jugadores. Me encantaba como jugaba, pequeño pero habilidoso, bajito pero su buen salto y cabezazo ya se lo quisieran los muchachos de ahora. Han sido más de 50 años, hoy ya no nos vemos y es por lo que ya muchos saben, la erradicación de todas las casas de calle Las Cabras».

“Sucedía que para que fuera aceptado Iquique por la asociación, necesitaba el respaldo de un equipo amateur con historia, personalidad jurídica, que arrastrara gente y tuviera títulos".

La jerarquía que logró durante décadas el club Estrella de Chile permitieron el ingreso de Iquique al fútbol profesional. «En el año 1978, cuando Iquique decide ingresar al fútbol profesional, la Asociación Central de Fútbol, ANFP, envía el cuaderno de cargo y por estatuto solo podían postular al profesionalismo clubes federados y el naciente Deportes Iquique no lo era. Se le pidió a la Asociación de Fútbol de Iquique AFI que un club postulara, pero hubo una oposición férrea argumentando que el club que postulaba iba a desaparecer. Recuerdo que allí surgió la voz potente de don Leonardo Lagos y dijo, Estrella de Chile pone su historial y sus hombres al servicio de Iquique. Eleazar Guzmán, un 7 de febrero de 1979, en el Consejo de Presidentes de clubes de las ACF leyó la postulación de Estrella de Chile, luego Abel Alonso, presidente de la ANFP de entonces, solicitó a la asamblea que aprobara o rechazara la votación y ésta fue unánime. En medio de aplausos Estrella de Chile de Iquique ingresó al fútbol profesional. Enseguida, la tienda amarilla cedió todos sus derechos a Deportes Iquique. Junto a Silvio Solari y José Novo fui testigo de ese momento, uno de los más emotivos de mi vida. No solo porque Iquique ingresaba al fútbol profesional, sino porque el modesto club de la estrella solitaria del barrio El Colorado, dio una lección de humildad e ingresaba a las páginas de oro del fútbol iquiqueño», describe Hugo Barraza Jofré en su libro Iquique y salitreras, tierra de campeones.

«Sucedía que para que fuera aceptado Iquique por la asociación, necesitaba el respaldo de un equipo amateur con historia, personalidad jurídica, que arrastrara gente y tuviera títulos y acá en Iquique el equipo que cumplía era Estrella de Chile, nadie más», sitúa Benjamín Cáceres, ex capitán de Deportes Iquique y volante de contención durante las temporadas de 1979, 1980 y 1981.

Para o primeiro título conquistado, o Estrella de Chile formou uma equipa com jogadores das Pampas. Desde então, os nomes de jogadores lembrados, esquecidos e talentosos multiplicam-se por todo o El Colorado. «A equipa amarela esteve sempre entre os primeiros da classificação. Nunca foi diminuído. Parece que estes vermelhos e brancos nasceram com a bola. Têm amor ao futebol e demonstram-no em prol do seu clube no relvado», relatava o jornalismo impresso há décadas.


Estrellanos

«Se bem me lembro, o seu nome é Ernesto Bustillos, embora seja mais conhecido pela alcunha de Indio Bocho. Quando lhe perguntavam a idade, respondia sempre: “Tenho 33 anos. Era magro, não tinha mais de um metro e oitenta e pesava, nos seus melhores dias desportivos, não mais de 60 quilos. Por outras palavras, não era um homem de presença imponente. No entanto, a sua grandeza residia na sua humildade e no seu talento inato para jogar futebol. Jogou por amor à camisola no Estrella de Chile e no Las Cabras, por trabalho no Deportivo Eperva, várias vezes campeão entre 1970 e 1979. Quase nunca o vi passear pela rua Las Cabras, só o fazia quando era velho, quando era novo os seus passeios eram pela linha de caminho de ferro, concretamente pela linha de caminho de ferro e, nesse passeio, passava quase sempre pela casa. Entrava pelo velho portão de madeira que fazia parte da vedação do limite da linha férrea. Quando era miúdo, levava-me aos jogos do Estrella de Chile nos anos setenta. Imagina que, como saco de desporto, só levava um saco de nylon com o seu par de sapatos e algumas ligaduras, ainda em criança estive com ele numa festa do campeonato em casa de Don Leonardo Lagos, que era o presidente do clube naqueles anos. Cresci a vê-lo jogar, juntamente com outros bons jogadores. Adorava a sua forma de jogar, pequeno mas habilidoso, baixo mas com um bom salto e uma cabeça que os rapazes de hoje adorariam. Passaram mais de 50 anos, hoje já não nos vemos e é por causa do que muitos já sabem, a erradicação de todas as casas da Calle Las Cabras».

«Aconteceu que, para que Iquique fosse aceite pela associação, era necessário o apoio de uma equipa amadora com história, personalidade jurídica, que pudesse atrair pessoas e ter títulos».

A hierarquia que o clube Estrella de Chile alcançou durante décadas permitiu a Iquique entrar no futebol profissional. «Em 1978, quando o Iquique decidiu entrar no futebol profissional, a Associação Central de Futebol, ANFP, enviou o formulário de candidatura e, por estatuto, apenas os clubes federados podiam candidatar-se ao profissionalismo e o nascente Deportes Iquique não o podia fazer. Pediu-se à Associação de Futebol de Iquique (AFI) que se candidatasse um clube, mas houve uma oposição feroz, argumentando que o clube que se candidatasse ia desaparecer. Lembro-me que a voz poderosa de Don Leonardo Lagos disse: “Estrella de Chile põe a sua história e os seus homens ao serviço de Iquique”. Eleazar Guzmán, no dia 7 de fevereiro de 1979, no Conselho de Presidentes de Clubes da ACF, leu a candidatura do Estrella de Chile, depois Abel Alonso, presidente da ANFP na altura, pediu à assembleia que aprovasse ou rejeitasse o voto e foi unânime. Entre aplausos, o Estrella de Chile de Iquique entrou no futebol profissional. Imediatamente, a tenda amarela cedeu todos os seus direitos ao Deportes Iquique. Juntamente com Silvio Solari e José Novo, assisti a esse momento, um dos mais emocionantes da minha vida. Não só porque Iquique estava a entrar no futebol profissional, mas também porque o modesto clube da estrela solitária do bairro El Colorado deu uma lição de humildade e entrou nas páginas douradas do futebol de Iquique», descreve Hugo Barraza Jofré no seu livro Iquique y salitreras, terra de campeões.

«Aconteceu que, para que o Iquique fosse aceite pela associação, era necessário o apoio de uma equipa amadora com história, personalidade jurídica, que pudesse atrair pessoas e tivesse títulos, e aqui em Iquique a equipa que podia fazer isso era o Estrella de Chile, mais ninguém», diz Benjamín Cáceres, antigo capitão do Deportes Iquique e médio defensivo durante as épocas de 1979, 1980 e 1981.

«Desde niño jugaba en El Colorado. Todos los potos verdes empezamos primero en el Iquitados, una de las mejores canchas de Iquique. Cerrada, con camarines y calefón a carbón fabricados por los propios ferroviarios, nuestros padres después de ser pescadores fueron al ferrocarril, ahí empezamos todos».

Como casi todos en El Colorado Bajo, Leontina Sagredo fue una mujer de origen humilde que dio vida a la serie junior penecas del club deportivo Las Cabras.

Benjamín se despidió del fútbol profesional con los coloraínos y los estrellanos sentados en el sector norte del estadio Cavancha. «Toda la parte norte era del Colorado. Yo estaba sentado y me llama Ramón. Bajé y llegó al camarín; ya vístete me dijo. Es tu despedida y te voy a aguantar cinco minutos con la selección, el capitán era Elías Figueroa. Entré a la cancha y saludé, entré por la despedida del gran capitán Benjamín Cáceres. Me regalaron un auto pony, me lo dieron para que trabajara de colectivo. Me cambié de ropa y el utilero me tenía un paquete con todo el equipo y la pelota. Terminó el partido estábamos todo los del Colorado celebrando, ¿quién se lleva el auto? José estaba en galería, saltó la reja, pasó la cancha y me dijo, sabía que esto iba a pasar. Fuimos a buscar a mi papá, lo subimos al auto y nos fuimos al Colorado».

José Jorquera, Luis Espinoza, Mario Riquelme, Juan Gallardo y Antero Gallardo, son algunos nombres que Benjamín recuerda de una generación de coloraínos decisiva para el fútbol iquiqueño. «Éramos prácticamente los mismos que jugamos desde 1970 y fuimos campeones en 1978. No podría explicarlo, pero desde chicos nos conocíamos, cuando veíamos al deportivo Las Cabras donde los viejos ya jugaban. Al lado del retén había unas casas con patios grandes y criaban las cabras que recorrían el barrio, por eso se llama deportivo Las Cabras. En la semana jugábamos amistosos entre Estrella de Chile y Las Cabras y toda la implementación que sobraba del Iquitados era para Las Cabras. La cancha del Iquitados prácticamente era de nosotros. Por eso que nosotros jugábamos siempre y por eso que se dieron cuenta que el único club que cumplía era Estrella de Chile, era el que daba daba todo el respaldo».

«Desde criança que jogo no El Colorado. Todos nós, os “green potos”, começámos primeiro no Iquitados, um dos melhores campos de Iquique. Fechado, com camarins e aquecimento a carvão feito pelos próprios ferroviários, os nossos pais, depois de serem pescadores, foram para o caminho de ferro, e foi aí que começámos todos».

Como quase toda a gente em El Colorado Bajo, Leontina Sagredo era uma mulher de origens humildes que deu vida à série de penecas juniores do clube desportivo Las Cabras.

Benjamín despediu-se do futebol profissional com os vermelhos e brancos sentados no sector norte do estádio Cavancha. «Todo o lado norte era Colorado. Eu estava ali sentado e o Ramón chamou-me. Desci as escadas e ele foi ao balneário; vestiu-se e disse-me. É a tua despedida e vou abraçar-te durante cinco minutos com a seleção nacional, o capitão era Elías Figueroa. Entrei em campo e cumprimentei, entrei para me despedir do grande capitão Benjamín Cáceres. Deram-me um carro-pónei, deram-mo para eu trabalhar como motorista de autocarro. Mudei de roupa e o homem do equipamento tinha um pacote para mim com todo o equipamento e a bola. Quando acabou o jogo, todos os jogadores do Colorado estavam a festejar, quem é que fica com o carro? O José estava na tribuna, saltou a vedação, passou pelo campo e disse-me, eu sabia que isto ia acontecer. Fomos buscar meu pai, colocamos ele no carro e fomos para o Colorado».

José Jorquera, Luis Espinoza, Mario Riquelme, Juan Gallardo e Antero Gallardo são alguns dos nomes que Benjamín recorda de uma geração de jogadores coloridos que foram decisivos para o futebol de Iquique. «Éramos praticamente os mesmos que jogavam desde 1970 e que foram campeões em 1978. Não sei explicar, mas conhecíamo-nos desde miúdos, quando íamos ao centro desportivo de Las Cabras, onde já jogavam os mais velhos. Ao lado da esquadra da polícia havia umas casas com grandes quintais e criavam as cabras que andavam pelo bairro, por isso se chama Deportivo Las Cabras. Durante a semana, disputámos jogos amigáveis entre o Estrella de Chile e o Las Cabras e todo o equipamento que sobrou do Iquitados foi para o Las Cabras. O campo do Iquitados era praticamente nosso. Por isso jogávamos sempre e por isso eles perceberam que o único clube que estava a cumprir era o Estrella de Chile, era o que dava todo o apoio».

Destacados 01

Luego del retiro Benjamín ingresó a la pesca industrial, «ganaba cinco veces el sueldo que ganaba en Deportes Iquique». Sin embargo, la pelota siguió rodando y «en la serie 35-40 no nos ganaba nadie cuando jugábamos por Las Cabras». Actualmente, espera junto a sus hermanos Aníbal y José, la reanudación del ascenso en la serie 58 años.


Todos juegan

Como casi todos en El Colorado Bajo, Leontina Sagredo fue una mujer de origen humilde que dio vida a la serie junior penecas del club deportivo Las Cabras. «Estaba el estadio del Iquitados y varias canchas en el sector norte de la ciudad. Ella fue, sino la primera, una de las primeras personas que nos llevó a jugar a la pelota», recuerda José Cáceres, fundador de la Asociación de Fútbol Senior de Iquique. «Leontina dirigía a los equipos, lavaba camisetas y se preocupaba de cada jugador. Fue la única mujer en el barrio que formó con el deporte y en los valores del respeto único, cuando todo era machista».

Depois da reforma, Benjamín dedicou-se à pesca industrial, «ganhava cinco vezes o salário que ganhava no Deportes Iquique». No entanto, a bola continuou a rolar e «na série 35-40 ninguém nos ganhava quando jogávamos pelo Las Cabras». Hoje, juntamente com os seus irmãos Aníbal e José, aguarda o recomeço da promoção na série dos 58 anos.


Todos jogam

Como quase todos no El Colorado Bajo, Leontina Sagredo foi uma mulher de origens humildes que deu vida à série júnior Penecas do clube desportivo Las Cabras. «Havia o estádio dos Iquitados e vários campos na zona norte da cidade. Foi, senão a primeira, das primeiras pessoas que nos levou a jogar à bola», recorda José Cáceres, fundador da Associação de Futebol Sénior de Iquique. «Leontina dirigia as equipas, lavava camisolas e cuidava de cada jogador. Foi a única mulher do bairro que foi educada através do desporto e dos valores do respeito único, quando tudo era machista».

Aníbal Cáceres, hermano de José, aparece segundo y en cuclillas, de izquierda a derecha, en la foto del equipo a cargo de Leontina. Actualmente, desde El Colorado bajo recuerda que «en el barrio había muchos jugadores buenos. Al frente de la casa habían durmientes y un muro que dividía por donde pasaba el ferrocarril y la población, teníamos que saltar el muro para ir a jugar a la cancha del Iquitados, después que pasaba el tren».

Vivió su infancia en la calle Blanco Encalada y viajó a los 15 años a Santiago a prueba al club deportivo Aviación. «Fuimos tres del barrio y estuve como un mes en Aviación, ahí conocí a Roberto Cóndor Rojas y a Eduardo Díaz. Luego fui dos veces seleccionado de Iquique en la juvenil, estaba haciendo el servicio militar en el Lynch y jugué dos años como central, me lesionaron por un codazo en la nariz, me la dieron vuelta en el estadio Cavancha contra Arica».

Después de su paso por Deportes Iquique, entre 1982 y 1984, Aníbal jugó por Estrella de Chile . «En 1988 ganamos el cuadrangular de campeones del norte y el derecho de ir a jugar a Santiago, ahí salimos vicecampeón de Chile. En ese equipo iba Erick Guerrero como refuerzo y una barra con seis personas con bombos y platillos. Llegamos a Santiago al Estadio Chile, ahí salió al sorteo, nos tocó con Renca, el local. Ahí se metieron mal nos dijeron, porque Renca es pegador. Si ellos pegan dos nosotros pegamos tres, llegamos al estadio de Renca y ganamos 4 a 2».


Buscavidas

Para el mundial de pesca submarina disputado en Brasil en el año 1981, Horacio Andrade tenía 26 años y una reconocida trayectoria en la disciplina con la que Chile obtuvo, diez años antes, el título de campeón mundial por equipos y categoría individual. «Ahí comenzó un boom de la caza submarina», relata Horacio, quien llegó a los seis meses de vida al Colorado bajo junto a su madre, Victoria Carvajal, doña Toya.

Actualmente, Horacio vive en la ciudad de Arica luego de haber representado a Chile en tres campeonatos mundiales de pesca submarina, 1981 Brasil; 1983 Chile y 1985 España. «A los 9 años mariscaba con un chope en la mano y arriba de las piedras, a las 11 años pude comprar mi primera máscara de buceo y comencé a mariscar bajo del agua. Los viejos de entonces decían que las máscaras hacían mal para el corazón y yo a los 11 años ya sacaba pescados de 15 kilos, me crié en El Colorado, me dio todo».

Aníbal Cáceres, irmão de José, surge em segundo e agachado, da esquerda para a direita, na fotografia da equipa a cargo do Leontina. Atualmente, do El Colorado Bajo recorda que «havia muitos bons jogadores no bairro. Em frente à casa havia travessas e um muro que dividia por onde passava a linha férrea e a cidade, tivemos de saltar o muro para ir brincar para o campo de Iquitados, depois do comboio passar».

Viveu a infância na rua Blanco Encalada e viajou para Santiago aos 15 anos para experimentar o clube desportivo Aviación. «Éramos três do bairro e estive cerca de um mês na Aviación, lá conheci o Roberto Cóndor Rojas e o Eduardo Díaz. Depois fui selecionado duas vezes para o Iquique nas camadas jovens, fiz serviço militar no Lynch e joguei dois anos como defesa, lesionei-me com uma cotovelada no nariz, deram a volta ao estádio Cavancha contra o Arica».

Después de su paso por Deportes Iquique, entre 1982 y 1984, Aníbal jugó por Estrella de Chile . «En 1988 ganamos el cuadrangular de campeones del norte y el derecho de ir a jugar a Santiago, ahí salimos vicecampeón de Chile. En ese equipo iba Erick Guerrero como refuerzo y una barra con seis personas con bombos y platillos. Llegamos a Santiago al Estadio Chile, ahí salió al sorteo, nos tocó con Renca, el local. Ahí se metieron mal nos dijeron, porque Renca es pegador. Si ellos pegan dos nosotros pegamos tres, llegamos al estadio de Renca y ganamos 4 a 2».


Buscavidas

Para o campeonato do mundo de pesca submarina realizado no Brasil em 1981, Horacio Andrade tinha 26 anos e uma carreira reconhecida na disciplina com que o Chile obteve, dez anos antes, o título de campeão do mundo por equipas e categorias individuais. «Começou um boom na caça submarina», diz Horacio, que chegou aos seis meses de idade ao baixo Colorado com a mãe, Victoria Carvajal, Doña Toya.

Atualmente, Horacio vive na cidade de Arica depois de ter representado o Chile em três campeonatos mundiais de caça submarina, 1981 Brasil; 1983 Chile e 1985 Espanha. «Aos 9 anos pescava marisco com uma cerveja de pressão na mão e em cima das rochas, aos 11 anos consegui comprar a minha primeira máscara de mergulho e comecei a pescar marisco debaixo de água. Os velhos desse tempo diziam que a máscara fazia mal ao coração e aos 11 anos já pescava peixes de 15 quilos, cresci em El Colorado, deu-me tudo».

En mayo de 1973 Horacio dejó el barrio para siempre. Desde entonces ha desarrollado una profesión ligada al mar, obteniendo matrículas para bucear en todo el mundo. «Pesqué con lienza y de todas las maneras que hay en el arte de la pesca con redes». Finalizada la década, Horacio participó en diversas competencias de preselección, hasta conseguir un nuevo campeonato mundial para Chile en el año 1983. «El deporte, el estado físico es intachable para los coloraínos, son guerreros de espíritu, buscavidas. A la playa íbamos todos, jugábamos todos y nadie se enojaba».


Campeones

Por el puerto salitrero de Iquique, finalizando el siglo XIX, llegaron dos marinos irlandeses que dejaron instalado, en el barrio El Colorado, el primer gimnasio para peleas clandestinas de box. Décadas más tarde, Estanislao Loayza Aguilar disputaba el título mundial contra Jimmy Goodrich, cuyo triunfo quedó registrado en la historia luego de que el iquiqueño fuera lesionado por el árbitro en el primer round.

Desde entonces, la disciplina deportiva ha moldeado la identidad de Iquique, reconocida por Jair Araya, coloraíno de 41 años, quien levantó el cinturón de campeón de Chile en cuatro oportunidades. «Pasé de andar peleando en las calles al campeonato de barrios, comencé a los 16 años. Mi primera pelea la perdí al tiro, pensé que esto no era para mí. Seguí entrenando y peleé 28 veces, perdí solo dos y obtuve el título de campeón de Chile cuatro veces».

Jair asegura que «hay hartos amigos que han obtenido el título de campeón de Chile y son del barrio, de aquí arriba. Este barrio es así hay varios campeones, Iquique es por el boxeo tierra de campeones y algo debe tener de cierto. Iquique era el patrón, todos querían que Iquique perdiera y antes de la final ya éramos campeones por equipo, luego se peleaba por el triunfo individual».

Por su parte, Luis Fuenzalida, campeón nacional de box en el año 2005, sostiene que en El Colorado «todos son buenos para algo, todos somos muy unidos, pasábamos siempre unidos, con el deporte y la pelota».

Comenzó a entrenar la disciplina del box a los 13 años. «Íbamos a mirar a la Casa del Deportista, siempre existieron los campeonatos de barrio y nos entusiasmamos. Fui campeón de barrios porque la motivación la tenía desde chico. El box es muy exigente, mantenerse en el peso, correr mucho y entrenamientos duros. Empecé con 48 kilos luego con 54, salí campeón con 67 kilos en el año 2005. Fui a tres campeonatos nacionales, en otro salí vice y en otro obtuve el cuarto lugar».

Más arriba en calle Ferrocarril, como indicó Jair, vive Yoshua Toledo. Campeón mundial de bodyboard en la categoría junior los años 2014 y 2015. «Nací aquí y mi abuelo me llevaba a la playa de El Morro y a veces me devolvía a la playa El Colorado. Esa playa debe haber sido mejor que Cavancha, más grande, es una playa bonita que se pierde y donde se podrían practicar otros deportes como el surf, el waterpolo o la natación».

Em maio de 1973 Horácio deixou o bairro para sempre. Desde então desenvolveu uma profissão ligada ao mar, obtendo licenças de mergulho em todo o mundo. «Pesquei com rede e em todos os sentidos da arte de pescar com rede». No final da década, Horácio participou em várias competições de pré-seleção, até conquistar um novo campeonato do mundo para o Chile em 1983. «Desporto, a condição física é irrepreensível para os coloraínos, são guerreiros de espírito, traficantes. Fomos todos para a praia, brincámos todos e ninguém se zangou».


Campeões

Pelo porto de salitre de Iquique, no final do século XIX, chegaram dois marinheiros irlandeses e instalaram, no bairro El Colorado, o primeiro ginásio de lutas clandestinas de boxe. Décadas mais tarde, Estanislao Loayza Aguilar disputou o título mundial contra Jimmy Goodrich, cuja vitória ficou registada na história depois de o natural de Iquique se ter lesionado pelo árbitro no primeiro assalto.

Desde então, a modalidade desportiva moldou a identidade de Iquique, reconhecida por Jair Araya, um colorado de 41 anos, que ergueu quatro vezes o cinturão do campeonato chileno. «Passei das lutas de rua para o campeonato de bairro, comecei aos 16 anos. Perdi a minha primeira luta a disparar, pensei que isto não era para mim. Continuei a treinar e lutei 28 vezes, perdi apenas duas e conquistei o título de campeão chileno por quatro vezes».

Jair garante que «são muitos os amigos que conquistaram o título de campeão do Chile e são do bairro, daqui de cima. Este bairro é assim, tem vários campeões, Iquique é a terra dos campeões por causa do boxe e deve ter alguma coisa de verdade nisso. O Iquique mandava, todos queriam que o Iquique perdesse e antes da final já éramos campeões por equipas, depois lutaram pela vitória individual».

Por sua vez, Luis Fuenzalida, campeão nacional de boxe em 2005, afirma que em El Colorado «todos servem para alguma coisa, somos todos muito unidos, passamos sempre momentos juntos, com o desporto e a bola».

Começou a treinar a disciplina de boxe aos 13 anos. «Fomos assistir à Casa del Deportista, os campeonatos de bairro sempre existiram e ficámos entusiasmados. Fui campeão do bairro porque tive motivação desde criança. O boxe é muito exigente, mantendo o peso, correndo muito e treinando forte. Comecei com 48 quilos depois com 54, fui campeão com 67 quilos em 2005. Fui a três campeonatos nacionais, noutro saí vice-campeão e noutro obtive o quarto lugar».

Mais acima na Rua Ferrocarril, como indicou o Jair, mora Yoshua Toledo. Campeão do mundo de bodyboard na categoria júnior em 2014 e 2015. «Nasci aqui e o meu avô levava-me para a praia de El Morro e, por vezes, levava-me de volta para a praia de El Colorado. Aquela praia devia ser melhor que Cavancha, maior, é uma praia linda que está perdida e onde se podem praticar outros desportos como o surf, o pólo aquático ou a natação».

Antes de la pandemia, entrenaba dos a tres veces por día. «Entrené mucho el 2013 y el 2014. Fui seleccionado chileno, me costó harto avanzar porque hay muy buenos competidores. En Iquique estamos bien posicionados pero hoy estamos en una pandemia y hay gente donde se transporta el virus y puedes correr el riesgo de enfermarte, el supermercado, las tiendas, los negocios, las comisarías, es parte del sistema y estamos obligados a ir, en el mar no te vas a contagiar, por ese lado dan más prioridades a otras cosas que al deporte que no es un delito, es algo sano».

Sus proyecciones son «meterme dentro de los diez mejores el año que viene y alcanzar un título mundial profesional». Con 23 años, Yoshua Toledo se refiere a la expropiación del barrio El Colorado e indica que «la verdad es como que desarmaran El Morro y construyeran una carretera en ese barrio. El Colorado es uno de los más antiguos, han estado siempre los pescadores acá, vienen desde acá. Creo que la estructura del barrio histórico ya no está, lo único que queda es el puente, desarmaron todo y no sería bueno que sigan desarmando las estructuras de las otras playas de Iquique».

Antes da pandemia, treinava duas a três vezes por dia. «Treinei muito em 2013 e 2014. Fui selecionado para o Chile, foi muito difícil para mim avançar porque há muito bons concorrentes. Em Iquique estamos bem posicionados, mas hoje estamos numa pandemia e há pessoas para onde o vírus é transportado e pode-se correr o risco de adoecer, o supermercado, as lojas, as empresas, as esquadras, faz parte do sistema e somos obrigados a ir, em Não se contagia pelo mar, por isso dão mais prioridade a outras coisas do que ao desporto, o que não é crime, é algo saudável».

As suas projeções são «entrar entre os dez primeiros no próximo ano e alcançar um título mundial profissional». Aos 23 anos, Yoshua Toledo refere-se à expropriação do bairro El Colorado e indica que «a verdade é como se desmontassem El Morro e construíssem uma autoestrada naquele bairro. O Colorado é um dos mais antigos, os pescadores sempre cá estiveram, vêm daqui. Acho que a estrutura do bairro histórico já não existe, só resta a ponte, desmontaram tudo e não seria bom que continuassem a desmontar as estruturas das outras praias de Iquique».

TRAF Magazine conectando la cultura en todo el mundo

A través de profesionales creativos de diferentes puntos

Desde América Latina a Europa

Suscribete a Nuestro Boletin

Para que no te pierdas nada de TRAF Magazine te enviamos lo último a través de tu correo electrónico.

ODETTE RIBOT

Fotógrafa

Explorando luces y sombras

Odette Ribot Odette Ribot

Mas historias

Suscríbete a Nuestro Boletín

Suscribir