Relatos verdes y colorados

La respuesta ante el olvido

Proyecto financiado por el Fondo de Fomento de Medios de Comunicación Social del Gobierno de Chile y del Consejo Regional de Tarapacá.
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La respuesta ante el olvido

Proyecto financiado por el Fondo de Fomento de Medios de Comunicación Social del Gobierno de Chile y del Consejo Regional de Tarapacá.
Relatos verdes y colorados
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    6 min lectura
  • Palabras
    Rodrigo Cavada
  • Imágenes
    Flou Comunicación | Imágenes
  • Producción
    Boris Miranda G.
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El Colorado es centro de la industria pesquera y su manufactura que genera la harina de pescado y el llamado «olor a dólar» del Iquique de la segunda mitad del siglo XX y por ello es un barrio modernizado.
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El Colorado resume tres vidas laborales, la más antigua de los pescadores artesanales con su caleta del Colorado, su Muelle de Pescadores y con su playa, llamada 'Acapulco' que sucumbe ante la modernidad y la industria pesquera, esta industria genera los primeros empleos de pesca para mujeres y así surgen 'Las Chamayas', primeras fileteadoras de pescado envasado hacia la década de 1940 en la primera etapa pesquera de Iquique, a ello se suman hoy 'Las Rederas'. También se agregan a esta vida laboral los Matarifes del antiguo Matadero Municipal que data del siglo XIX, por ello estaba afuera de la ciudad, en la periferia, esto si bien muchos los asocian a las calles colindantes, también tienen su tradición en este barrio y luego se suman los obreros ferroviarios, tanto del Ferrocarril Inglés, la antigua 'Naitre' como la llamaban los obreros y luego el Ferrocarril del Estado, que eran los transportes usados por la industria salitrera, olvidados casi están los guaneros que tienen su presencia en el Colorado de inicios del siglo XX que era otra faena en la ex isla Iquique o Serrano antes de ser unida a la ciudad.

El Colorado tiene el único puente de Iquique que data de la década del 1920 y une la geografía del lugar, genera un lugar en su sentido social y provoca el ruido de convoyes de salitre que despertaban entre bocinas de locomotoras a carbón y diésel la cotidianidad del barrio.

No es extraño referirse a este barrio que tiene todo el sentido de un barrio, tiene su club 'Estrella de Chile', que su nombre lo debe a los procesos de chilenización y se sitúa antes de la crisis de 1931. Por otro lado, tiene su iglesia que es la San Geraldo, aunque nunca se denominó así, se llama Virgen del Perpetuo Socorro, pero el barrio asumió eso por los párrocos que servían misa. Además tiene y tuvo bailes religiosos, algunos desaparecidos como 'Los Servidores de San Pedro' y otros como 'Los Osos del Colorado', primera Osada de Iquique; 'Los Gitanos del Colorado' y tiene su santo, San Pedro.

El Colorado, deben tenerlo claro, es el barrio modernizado de Iquique, se discutirá, pero se demuestra en que el barrio que tiene locomotoras , trenes, pasajeros y estaciones ferroviarias, tiene vía férrea, todo ello símbolo de la revolución industrial, tiene obreros salitreros y sus familias, tiene además obreros militantes de partidos populares, como el Comunista, que dejaron alegres recuerdos y una página trágica en la memoria por el golpe de estado de 1973, aún recordada. Por tanto, es modernizado y moderno, tiene un puente ferroviario. Por otro lado, El Colorado es centro de la industria pesquera y su manufactura que genera la harina de pescado y el llamado «olor a dólar» del Iquique de la segunda mitad del siglo XX y por ello es un barrio modernizado, en suma tiene dos industrias, como barrio avanza más que muchos barrios de Chile y América Latina. Pero su epílogo es su cénit modernizado y moderno de Iquique y su fatal enemiga, la ZOFRI, la Zona Franca de Iquique, reemplaza y borra la cancha del club Iquitados (club deportivo ferroviario de Iquique a Pintados), borra los patios de Ferrocarriles y sólo queda como botín la antigua estación del Colorado, a pesar de su defensa hacia el 2003 y está la ZOFRI y su conectividad, defendida por los gobiernos regionales y comunales, erradica El Colorado hacia 1982, 2006, 2008 y 2013. En suma, es un barrio que protagoniza la historia que tanto se enseña, que se investiga, que se refleja en los patrimonios. El Colorado tiene en sus hinterland, la pesca, la pesquera, la industria salitrera y la Zofri.

Aun así, sobrevive, no sólo en el barrio o en sus vestigios físicos, aún hay casas, entre ellas las de los ingleses en calle Blanco Encalada, olvidadas o desconocidas por lo estudios patrimoniales, tiene una casa hecha sobre un vagón de tren, tiene aún sus viviendas que tuvieron veredas de madera y recuerda dos fechas, una el Carnaval, la otra San Pedro y resume el barrio en su Fe, la convivencia y reúne las familias, derrota la erradicación y los junta, los agrupa en la despedida de la muerte, como su sitio web de Facebook; antes ser 'poto verde' era peyorativo del resto de Iquique, era sinónimo de periferia y carestía de pobreza, hoy es orgullo. El Colorado es de 'Mascarrieles' y 'Comeperros', si bien los más antiguos son 'los potos verdes', asociados a la gallinas o pollos del antiguo basural hoy llamados vertederos y con su inicio de fecha 1931 o 1932.

La memoria hoy agrupa a coloraínas y coloraínos, es la respuesta ante el olvido, los une la vida cotidiana, la alegría y la tragedia, las escuelas, como la 16 y la 14, ambas de niños y niñas, luego mixtas y finalmente E-77 y E-80, las dos desaparecidas. La última en un recinto religioso con leyendas de monjas fantasmas en su salón de actos y un túnel que se decía llegaba a la Catedral.

Es mucho que contar, es mucho que escribir, es mucho de recordar, pero eso es mi barrio de mis familiares , vecinos, amigas y amigos.

El Colorado sintetiza três vidas laborais, a mais antiga dos pescadores artesanais com a sua enseada de El Colorado, o seu Cais de Pescadores e a sua praia, chamada 'Acapulco', que sucumbiu à modernidade e à indústria pesqueira, que gerou os primeiros empregos de pesca para as mulheres e assim surgiram 'Las Chamayas', as primeiras filetadoras de peixe embalado nos anos 40 do primeiro período pesqueiro de Iquique, a que se juntam hoje 'Las Rederas'. A esta vida laboral juntam-se também os matadouros do antigo Matadouro Municipal que data do século XIX, razão pela qual se encontrava fora da cidade, na periferia, e que embora muitos os associem às ruas vizinhas, também têm a sua tradição neste bairro, e depois juntam-se os trabalhadores dos caminhos-de-ferro, ambos do Caminho-de-Ferro Inglês, Quase esquecidos estão os trabalhadores do guano que têm a sua presença no Colorado no início do século XX, que foi outro local de trabalho na antiga ilha de Iquique ou Serrano antes de ser unida à cidade.

El Colorado tem a única ponte de Iquique que data dos anos 20 e une a geografia do lugar, cria um lugar no seu sentido social e provoca o ruído dos comboios de salitre que acordavam a vida quotidiana do bairro com as buzinas das locomotivas a carvão e a diesel.

Não é estranho referir-se a este bairro que tem todo o significado de um bairro, tem o seu clube 'Estrella de Chile', que deve o seu nome ao processo de chilenização e está situado antes da crise de 1931. Por outro lado, tem a sua igreja que é a de San Geraldo, embora nunca se tenha chamado assim, chama-se Virgen del Perpetuo Socorro, mas o bairro ganhou esse nome por causa dos párocos que serviam a missa. Também tem e teve danças religiosas, algumas das quais desapareceram como 'Los Servidores de San Pedro' e outras como 'Los Osos del Colorado', a primeira Osada de Iquique; 'Los Gitanos del Colorado' e tem o seu santo, San Pedro.

El Colorado, é preciso que fique bem claro, é o bairro modernizado de Iquique, será discutido, mas é demonstrado pelo facto de o bairro ter locomotivas, comboios, passageiros e estações de caminho de ferro, tem uma via férrea, tudo símbolo da revolução industrial, tem trabalhadores do salitre e as suas famílias, tem também trabalhadores militantes de partidos populares, como o Partido Comunista, que deixaram memórias felizes e uma página trágica na memória do golpe de Estado de 1973, ainda recordado. Portanto, é modernizada e moderna, tem uma ponte ferroviária. Por outro lado, El Colorado é o centro da indústria pesqueira e da sua manufatura que gera a farinha de peixe e o chamado «cheiro a dólar» de Iquique na segunda metade do século XX, e por isso é um bairro modernizado, em suma, tem duas indústrias, como bairro é mais avançado do que muitos bairros do Chile e da América Latina. Mas o seu epílogo é o seu zénite modernizado e moderno de Iquique e o seu inimigo fatal, a ZOFRI, a Zona Franca de Iquique, substitui e apaga o campo do clube Iquitados (clube desportivo ferroviário de Iquique a Pintados), apaga os pátios ferroviários e só resta como despojo a antiga estação do Colorado, apesar da sua defesa por volta de 2003 e há a ZOFRI e a sua conetividade, defendida pelos governos regionais e comunais, erradica El Colorado por volta de 1982, 2006, 2008 e 2013. Em suma, é um bairro que é protagonista da história que tanto se ensina, se investiga e se reflecte no património. El Colorado tem no seu interior, a pesca, a pesca, a indústria do salitre e o Zofri.

Ainda assim, sobrevive, não só no bairro ou nos seus vestígios físicos, ainda há casas, entre elas as dos ingleses da rua Blanco Encalada, esquecidas ou desconhecidas pelos estudos patrimoniais, tem uma casa construída sobre uma carruagem de comboio, ainda tem as suas casas que tinham calçada de madeira e recorda duas datas, uma de Carnaval, outra de São Pedro e resume o bairro na sua fé, convive e reúne as famílias, vence a erradicação e junta-as, agrupa-as no adeus à morte, como a sua página de Facebook; antes ser 'poto verde' era pejorativo do resto de Iquique, era sinónimo de periferia e pobreza, hoje é orgulho. O Colorado é de 'Mascarrieles' e 'Comeperros', embora os mais antigos sejam 'los potos verdes', associados às galinhas do antigo depósito de lixo hoje chamado de lixões e com sua data de início 1931 ou 1932.

A memória reúne hoje coloraínas e coloraínos, é a resposta ao esquecimento, une-os no quotidiano, na alegria e na tragédia, nas escolas, como a 16 e a 14, para rapazes e raparigas, depois mistas e finalmente a E-77 e a E-80, ambas desaparecidas. Este último num complexo religioso com lendas de freiras fantasmagóricas no seu salão de festas e um túnel que se dizia conduzir à Catedral.

É muito para contar, é muito para escrever, é muito para recordar, mas este é o meu bairro dos meus familiares, vizinhos, amigos e amigos.

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