Patrimonio erradicado

Proyecto financiado por el Fondo de Fomento de Medios de Comunicación Social del Gobierno de Chile y del Consejo Regional de Tarapacá.
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Patrimonio erradicado

Proyecto financiado por el Fondo de Fomento de Medios de Comunicación Social del Gobierno de Chile y del Consejo Regional de Tarapacá.
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    Rodrigo Cavada
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Cercano al puerto y aledaño al ferrocarril, el barrio El Colorado desarrolló una resistente identidad de espíritu comunitario, herencia de avezados pescadores y obreros de Tarapacá.
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A principios del siglo veinte, las familias que habitaban el sector norte de Iquique estaban muy lejos de la prosperidad salitrera. Por ello en el año 1907 comenzó la construcción de la parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, iglesia de madera también conocida como la catedral iquiqueña de los pobres.

Desde el lugar, hoy punto de encuentro con la religiosidad del barrio, es posible llegar al Colorado bajo siguiendo camino por el antiguo puente ferroviario. «Hace un siglo atrás este sitio estaba lleno de vida. Ahí se limpiaban y mantenían las locomotoras que realizaban el viaje desde Iquique hasta Pueblo Hundido. Hoy este espacio sigue siendo un sitio de valor», publicó la prensa local.

La depresión de 1929 y la debacle de la industria del salitre, instaló en Iquique un 'ocaso tenaz' simbolizado en 1957 con banderas negras. Durante todo el crítico período, las familias del Colorado bajo convivieron con la práctica de deportes y la fe expresada en danzas. Pilares de una comunidad que recuerda «la banca de madera que por mucho tiempo estuvo afuera de la casa de mis abuelos, esas paredes de madera envejecida, esos pisos de tierra, el patio en declive, lleno de plantas y cachureos, el baúl grande de madera donde los abuelos guardaban sus cosas y esa cama de fierro forjado, incluso los largueros y con somier de alambre a la antigua».


¿Quién tiene tanta memoria?

Distante a cuatro kilómetros del puerto de Iquique, la desaparecida estación de ferrocarril El Colorado, colindaba con el barrio. «Por calle Las Cabras, al ingresar, una pequeña curva hacia el norte y te encontrabas de frente con la pared de la primera casa a la izquierda, creo que era donde vivía Armando, 'El Muñeca'. A la derecha la casa de los Araya Gargano, con su pequeña puerta del patio que daba a Las Cabras y su frente por Independencia. Su característica era que tenía la imagen de la virgen del baile en el pequeño antejardín. Ya entrando en la calle estaban las casas a ambos lados, la de Los Opazo, Morenos, León Sagredo, doña Nena, de don Gilberto, la del 'Huaso Retamboríao Reca', papá del Huguito 'Care Paco', no recuerdo quién vivía en la de los López Castro porque ellos vivían en el pasaje que daba a calle Los Robles, al lado de los González 'Pin Pin', la de los Galleguillos Hurtado, Ernesto 'Cachencho' Sagredo, la del abuelo».

No início do século XX, as famílias que viviam no sector norte de Iquique estavam longe da prosperidade da indústria do salitre. Por esta razão, em 1907, começou a construção da paróquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, uma igreja de madeira também conhecida como a catedral dos pobres de Iquique.

Do local, hoje ponto de encontro da religiosidade do bairro, é possível chegar ao baixo Colorado seguindo o caminho ao longo da antiga ponte ferroviária. «Há um século, este lugar estava cheio de vida. As locomotivas que faziam a viagem de Iquique a Pueblo Hundido eram limpas e mantidas aqui. Hoje em dia, este espaço continua a ser um local valioso», noticiou a imprensa local.

A depressão de 1929 e a derrocada da indústria do salitre, instalaram em Iquique um 'declínio tenaz' simbolizado em 1957 com bandeiras negras. Ao longo do período crítico, as famílias do baixo Colorado conviveram com a prática de desportos e a fé expressa em danças. Pilares de uma comunidade que recorda «o banco de madeira que durante muito tempo esteve à porta da casa dos meus avós, aquelas paredes de madeira envelhecida, aquele chão de terra batida, o pátio inclinado, cheio de plantas e de tralha, a grande bota de madeira onde os avós guardavam as suas coisas e aquela cama de ferro forjado, até as travessas e com um estrado de arame à moda antiga».


Quem é que tem uma memória tão longa?

A quatro quilómetros do porto de Iquique, o bairro era contíguo à extinta estação ferroviária de El Colorado. «Na rua Las Cabras, quando se entrava, uma pequena curva para norte e estávamos perante a parede da primeira casa à esquerda, penso que era onde vivia Armando, 'El Muñeca'. À direita, a casa da família Araya Gargano, com o seu pequeno pátio virado para Las Cabras e a sua fachada para Independencia. O seu traço caraterístico era o facto de ter a imagem da Virgem da Dança no pequeno jardim da frente. Ao entrar na rua, havia as casas de ambos os lados, as de Los Opazo, Morenos, León Sagredo, doña Nena, de don Gilberto, a de 'Huaso Retamboríao Reca', pai de Huguito 'Care Paco', não me lembro de quem vivia na da família López Castro porque viviam na passagem que dava para a rua Los Robles, ao lado dos González 'Pin Pin', a dos Galleguillos Hurtado, Ernesto 'Cachencho' Sagredo, a do avô».

Finalizando la década de 1950, la actividad pesquera industrial inició operaciones en El Colorado. Las franquicias aduaneras y la exención de impuestos, transformaron a Iquique en productor mundial de harina y aceite de pescado a base de la anchoveta. El recurso fue explotado por miles de toneladas y procesado a orillas de la playa El Colorado. El extenso balneario de aguas cristalinas terminó completamente contaminado. «Creo que para la gran mayoría de coloraínos, el olor a ropa húmeda mezclada con agua salada impregnada de pescado, nos lleva a los tiempos de nuestra niñez, donde la mayoría de nuestros padres eran pescadores, ya sea de bote, falucho o goletas, de esos botes de madera y faluchos con tangón para la captura de la Albacora, y de aquellas goletas de no más de 140 toneladas, era el tiempo de las pesqueras como la Iquique, Eperva, Coloso, Indo, Guanaye, el tiempos de los muelles del Colorado, Pesquera Iquique, Chilena, Industone, Alimar Norte, ¿así era? Con nombres de goletas entre senos y fiordos o simplemente números, los recordados Eperva con sus números 42, 43 y otros, las de la Iquique con sus LLaima, Reloncaví o las de la Indo con su Sotavento».

No final da década de 1950, iniciou-se a atividade piscatória industrial em El Colorado. As isenções aduaneiras e fiscais transformaram Iquique num produtor mundial de farinha e óleo de peixe à base de anchoveta. O recurso era explorado aos milhares de toneladas e transformado nas margens da praia de El Colorado. A grande praia, de águas cristalinas, acabou por ficar completamente poluída. «Penso que, para a grande maioria dos coloradenses, o cheiro da roupa molhada misturada com a água salgada impregnada de peixe remete-nos para os tempos da nossa infância, quando a maior parte dos nossos pais eram pescadores, seja de barco, falucho ou escuna, daqueles barcos de madeira e faluchos com estabilizadores para apanhar albacora, e daquelas escunas de não mais de 140 toneladas, era o tempo dos barcos de pesca como o Iquique, Eperva, Coloso, Indo, Guanaye, o tempo das docas Colorado, Pesquera Iquique, Chilena, Industone, Alimar Norte, era assim? Com nomes de escunas entre proas e fiordes ou simplesmente números, o lembrado Eperva com os seus números 42, 43 e outros, os do Iquique com os seus LLaima, Reloncaví ou os do Indo com o seu Sotavento».

El nuevo auge económico de la ciudad puerto, marca distancia con las tradiciones de pescadores, pampinos y ferroviarios. En el año 1975, iniciada la dictadura militar, fue autorizado el establecimiento de la Zona Franca de Iquique. Tres años después, la Zofri llegó al Colorado, a un territorio «que en ese entonces era un arenal utilizado como vertedero», según cuenta la historia corporativa.

En el lugar, fueron construidas nuevas instalaciones en respuesta a la alta demanda de espacio para el almacenamiento y el intercambio mercaderías. Por lo tanto, desaparecieron los trenes, la gran maestranza, patios, locomotoras y la estación del ferrocarril, incluyendo el club deportivo Iquitados. Patrimonio ferroviario que congregó a los mejores deportistas de Iquique, influyendo decididamente en el carácter de la ciudad y la identidad del barrio.

O novo surto económico da cidade portuária distanciava-se das tradições dos pescadores, dos pampinos e dos ferroviários. Em 1975, no início da ditadura militar, foi autorizada a criação da Zona Franca de Iquique. Três anos mais tarde, a Zofri chegou ao Colorado, num território «que na altura era uma zona arenosa utilizada como lixeira», segundo a história da empresa.

No local, foram construídas novas instalações em resposta à elevada procura de espaço para armazenamento e troca de mercadorias. Assim, desapareceram os comboios, a grande casa das máquinas, os pátios, as locomotivas e a estação ferroviária, incluindo o clube desportivo de Iquitados. Património ferroviário que reuniu os melhores desportistas de Iquique, influenciando decisivamente o carácter da cidade e a identidade do bairro.

«Marcó a muchas generaciones de futbolistas. El Estadio del Iquitados formó parte de la vida de los coloraínos. A pesar de ser ferroviario, era un orgullo para quienes vivíamos en el barrio. Allí no sólo nacieron futbolistas de Iquitados, Estrella de Chile, Unión Matadero y Pueblo Nuevo, también muchos vistieron la celestes e incluso de clubes profesionales. El Iquitados, con su cancha central y aledaña. En la dos se jugaba la Liga Comercial y su pista de atletismo eran un verdadero laboratorio. Los días miércoles lo ocupaban los colegios en sus tardes deportivas. Los domingos en la mañana imperdibles las jornadas dobles del fútbol amateur. Recuerdo un partido entre Iquitados y San Bernardo Central, llenos hasta las banderas. El chico Quevedo a cargo de los camarines. Para las fiestas patrias, las ramadas de los ferroviarios eran memorables. No sé cuántas veces jugué y fui al Iquitados, lo único que sé es que formó parte de nuestras vidas, de muchos iquiqueños, especialmente de nuestro querido barrio, cuánta falta nos hace». El relato forma parte del trabajo periodístico de Daniel Díaz Segovia.


Adyacente a las Obras

La pesca industrial, el comercio internacional, la gran minería de cobre y el turismo masivo impulsaron el tránsito hacia la modernidad. En Sudamérica, el puerto de Iquique tomó relevancia con la ruta comercial que Zofri abrió con el mundo.

Según datos recogidos por el censo del año 2002, Iquique experimentó un aumento sostenido de la población a partir de 1992. Junto con la construcción de edificios de altura y la puesta en valor turístico del borde costero. El nuevo proyecto ciudad contempló el diseño y ejecución de obras de ingeniería para el mejoramiento de pares viales en zona urbana, como el de las calles O’Higgins-Bulnes, Sotomayor-Esmeralda y Juan Martínez- Arturo Fernández.

«Marcou muitas gerações de futebolistas. O Estádio dos Iquitados fazia parte da vida dos colorados. Apesar de ser um estádio ferroviário, era um motivo de orgulho para os que viviam no bairro. Não só nasceram ali jogadores de futebol do Iquitados, do Estrella de Chile, do Unión Matadero e do Pueblo Nuevo, mas também muitos deles vestiram a azul e até de clubes profissionais. O Iquitados, com o seu campo central e adjacente. A Liga Comercial jogava-se no segundo campo e a sua pista de atletismo era um verdadeiro laboratório. Às quartas-feiras, as escolas utilizavam-no para as suas tardes desportivas. Aos domingos de manhã, havia os imperdíveis jogos duplos de futebol amador. Lembro-me de um jogo entre o Iquitados e o São Bernardo Central, lotado. O rapaz Quevedo a tomar conta dos balneários. Nos feriados nacionais, as ramadas dos ferroviários eram memoráveis. Não sei quantas vezes joguei e fui ao Iquitados, a única coisa que sei é que fez parte das nossas vidas, de muitos Iquiqueños, especialmente do nosso querido bairro, como nos faz falta». A história faz parte do trabalho jornalístico de Daniel Díaz Segovia.


Adjacente às obras

A pesca industrial, o comércio internacional, a extração de cobre em grande escala e o turismo de massas impulsionaram a transição para a modernidade. Na América do Sul, o porto de Iquique tornou-se relevante com a rota comercial que Zofri abriu ao mundo.

De acordo com o censo de 2002, Iquique registou um aumento constante da população a partir de 1992. Juntamente com a construção de edifícios altos e a valorização turística da zona costeira. O projeto da nova cidade contemplava a conceção e execução de obras de engenharia para a melhoria dos pares de estradas da zona urbana, como as ruas O'Higgins-Bulnes, Sotomayor-Esmeralda e Juan Martínez- Arturo Fernández.

Imágenes de © Macrofolio para TRAF Magazine.
I magens de © Macrofolio para a TRAF Magazine.

En estas últimas dos calles, actualmente son ejecutadas obras con el compromiso de mejorar el acceso al puerto de Iquique por el eje Las Cabras. Intervención emblemática para la ciudad y que en el año 2013 derivó en la expropiación de viviendas y la erradicación de decenas de familias del Colorado bajo. «No pienses que nosotros somos solamente tierra inerte, yo también tengo vida y, por si no lo saben, mi vida nace con la de ustedes. Vi crecer a sus abuelos y en algunos casos hasta sus tatarabuelos. Antes de eso, crecí poco a poco con los oriundos habitantes de este terruño. Quién se lo iba a imaginar que de este pedazo de tierra empotrado en el sector norte de esta pequeña planicie costera, saldría todo un barrio, con nombre y apellido: El Colorado. Con dos brazos bien marcados el Alto y el Colorado Bajo, claro que del Alto Colorado ya no queda mucho y del Bajo, gran parte esta pronto a desaparecer. Siento como si en estos momentos de agonía el señor desarrollo y su compañía progreso de la mano del señor Gobierno, me están descuartizando cual si fuera un animal, como de esos que nuestros vecinos sacrificaban en el antiguo matadero municipal, ¿recuerdas?. Veo que aún eres muy joven para tener esos recuerdos, sin embargo tus papás sí deben de recordar».

Nestas duas últimas ruas, estão atualmente em curso obras com o compromisso de melhorar o acesso ao porto de Iquique ao longo do eixo Las Cabras. Uma intervenção emblemática para a cidade, que em 2013 levou à expropriação de casas e à erradicação de dezenas de famílias do baixo Colorado. «Não pensem que somos apenas terra inerte, eu também tenho vida e, caso não saibam, a minha vida nasce com a vossa. Vi crescer os vossos avós e, em alguns casos, até os vossos trisavós. Antes disso, cresci pouco a pouco com os habitantes nativos desta terra. Quem poderia imaginar que, deste pedaço de terra encravado no sector norte desta pequena planície costeira, surgiria todo um bairro, com nome e apelido: El Colorado. Com dois ramos bem marcados, o Alto e o Colorado Bajo, é claro que não resta muito do Alto Colorado e do Bajo, uma grande parte dele está prestes a desaparecer. Nestes momentos de agonia, sinto que o Sr. Desenvolvimento e a sua empresa, de mãos dadas com o Sr. Governo, me estão a abater como se eu fosse um animal, como aqueles que os nossos vizinhos abatiam no velho matadouro municipal, lembra-se? Vejo que ainda são muito novos para terem essas memórias, mas os vossos pais devem lembrar-se».

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ODETTE RIBOT

Fotógrafa

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