

El reto de pedir ayuda psicológica en el conflicto de Ucrania
El reto de pedir ayuda psicológica en el conflicto de Ucrania

Lo más urgente en un conflicto armado es tratar las heridas causadas por la guerra, pero también lo es hacer frente a los trastornos de salud mental y psicológicos que se producen y que no se ven, dicen los expertos. Ucrania alcanza ya su 70 día de conflicto armado y su población repara, sumida en el desconcierto, en cómo su salud mental se está viendo gravemente deteriorada, alerta Médicos del Mundo.
"Las personas reaccionan de forma diferente, algunas están deprimidas, otras agitadas. Pero se puede detectar inmediatamente un comportamiento anormal. En el hospital vemos enseguida que se trata de un desplazado sin preguntar de dónde viene", explica Oleksandr Ivanovych, director del hospital de urgencias de la región de Chernovtsi, ciudad ucraniana receptora de personas desplazadas.
Profesionales de la psicología apuntan a la falta de cultura de ir a terapia en Ucrania. "Durante los primeros días tuvimos casos en los que nos acercamos a la gente y dijimos somos psicólogos y queremos ayudar y respondían que no querían", cuenta Denis Humenny, psicólogo de crisis y voluntario de la organización Ucrania Unida, que tiene que ganarse la confianza de las personas desplazadas poco a poco, aproximándose a través de la amistad y la empatía.
La gente se siente avergonzada de pedir apoyo, porque hasta hace dos meses tenían sus propias casas, sus trabajos, su vida, y ahora solo experimentan la pérdida: pérdida de familia, de bienes, todo lo que solían hacer y amaban. "Viven con incertidumbre, con ambigüedad y sin saber cómo arreglar sus vidas. Es muy difícil adaptarse a una nueva vida, porque todo está arruinado", explica la técnica de Médicos del Mundo Hanna Lehkova, como profesional sanitaria pero también como ucraniana que ha tenido que huir.
Después del trauma vivido, profesionales de la psicología cuentan cómo los niños y las niñas son quienes salen más fácilmente del estado de estrés al que se han visto sometidos, a través de terapias artísticas, por ejemplo. Sin embargo, para sus padres, que el único sentimiento de hogar que les queda son los menores, es más difícil y tienden a sobreproteger a sus hijos, lo que puede repercutir negativamente en ellos. "No es momento de exigir a los pequeños, hay que eliminar cualquier resquicio de dolor y violencia", añade Humenny.
¿Quiénes son las personas más vulnerables en este conflicto?
Médicos del Mundo, que trabaja en la zona desde 2015, señala que las personas más afectadas por el conflicto son las desplazadas, porque aunque han huido a zonas más seguras, son lugares desconocidos para ellas, en los que tienen que sobrevivir sin apenas recursos, buscar alojamiento, alimentarse, etc. Empezar de cero con la cabeza y el corazón rotos, con la incertidumbre de no saber si algún día volverán a su ciudad y verán a los suyos. A estas personas se suman las refugiadas, que tratan de rehacer sus vidas en otro país.
"Dentro de estos colectivos cabe prestar especial atención a familias monoparentales, menores, personas de edad avanzada, las personas con alguna enfermedad crónica, personas con discapacidad intelectual y sobre todo las personas con trastorno de salud mental, porque son las más vulnerables y porque necesitan el apoyo y la ayuda de sus cuidadores para poder sobrevivir" , añade Ricardo Angora, coordinador de salud mental de Médicos del Mundo en la emergencia en Ucrania.
