Hamburgo, en esta novela. se revela como una ciudad portuaria fascinante, un personaje más de la historia. Durante la segunda mitad del siglo XIX experimentó su mayor crecimiento, cuando la población se cuadruplicó y se convirtió en el tercer puerto más grande de Europa. El barrio del puerto fue considerado el peor de toda Europa, en contraste con las soberbias villas a orillas del Alster y en la Elbchaussee.

En Una estrella sobre el río Elba asistimos además al cambio de siglo en Europa, un periodo de diferencias sociales extremas en el que empezaba a gestarse la lucha obrera y se ponía en marcha la primera oleada del movimiento feminista.

La trama de desarrolla en 1886. Lily Karsten, uno de los personajes, pertenece a una de las sagas navieras más importantes de la ciudad y está prometida con el noble Henry von Cappeln. Aunque su sueño es estudiar, sabe que su destino es convertirse en madre y esposa. Un caluroso día de verano, durante la botadura de uno de los barcos de la familia, una ráfaga de viento empuja su sombrero al río Elba. Uno de los trabajadores del puerto intenta recuperarlo, pero resulta gravemente herido. Lily conocerá entonces a Jo Bolten, compañero del operario, y su ordenado mundo saltará por los aires. De la mano del joven conocerá la otra realidad de la ciudad: la de las familias humildes, que luchan por sobrevivir día tras día, y también la de los bajos fondos, donde malviven estibadores, marineros, limpiadores y rufianes. Lily y Jo lo tienen todo en contra para enamorarse, pero el corazón no entiende de normas ni de clases sociales y, en una ciudad como Hamburgo, no hay nada imposible.