La violencia indiscriminada y el castigo colectivo a Gaza deben cesar
La violencia indiscriminada y el castigo colectivo a Gaza deben cesar
Médicos Sin Fronteras (MSF) pide el cese inmediato del derramamiento indiscriminado de sangre y el establecimiento de espacios y corredores seguros para que las personas puedan llegar a ellos con urgencia. La población debe tener acceso seguro a suministros esenciales como alimentos, agua y servicios de salud. También se debe permitir la entrada a Gaza de suministros humanitarios básicos como medicinas, equipos médicos, alimentos, combustible y agua. Para facilitar esto, se debe abrir el cruce fronterizo de Rafah con Egipto y deben cesar los bombardeos en este paso.
Alrededor de 2,2 millones de personas se encuentran actualmente atrapadas en la Franja de Gaza, donde los bombardeos indiscriminados por parte del estado de Israel han convertido una crisis humanitaria crónica en una catástrofe. Más de 300 trabajadores de MSF se encuentran en Gaza, algunos de los cuales han perdido familiares y hogares; y les resulta prácticamente imposible desplazarse.
«Los aviones de combate están demoliendo calles enteras, manzana por manzana. No hay lugar donde esconderse ni tiempo para descansar. Algunos lugares están siendo bombardeados noche tras noche. Sabemos lo que sucedió en 2014 y en 2021, miles de personas murieron. Cada vez que nuestros colegas médicos se van a trabajar, no saben si volverán a ver a sus familias. Pero ellos dicen que esta vez es diferente. Esta vez, después de cinco días, ya se han producido 1.200 muertes. ¿Qué puede hacer la gente? ¿Adónde se supone que deben ir?», se lamenta Matthias Kennes, coordinador general de MSF en Gaza.
Millones de hombres, mujeres y niños se enfrentan a un castigo colectivo en forma de asedio total, bombardeos indiscriminados y la amenaza inminente de una batalla terrestre. Se deben establecer espacios seguros y se debe permitir la entrada de suministros humanitarios a Gaza. Los heridos y enfermos deben recibir atención médica. Las instalaciones y el personal médico deben ser protegidos y respetados. Los hospitales y las ambulancias no deben ser objetivos.
El asedio impuesto por el Gobierno israelí, que incluye la retención de alimentos, agua, combustible y electricidad, es inadmisible. Tras 16 años de bloqueo militar en la Franja de Gaza, las estructuras médicas ya están debilitadas. Este asedio no da respiro a los pacientes atrapados en los combates ni al personal médico. Representa un bloqueo intencional de artículos vitales. Se debe facilitar urgentemente la entrada de estos suministros y del personal médico esencial.
«En los hospitales del Ministerio de Salud —alerta Darwin Díaz, coordinador médico de MSF en Gaza— el personal médico informa de que se están quedando sin anestésicos y analgésicos. Por parte de MSF, hemos facilitado suministros médicos de nuestras reservas de emergencia para dos meses al hospital de Al Awda y ahora hemos utilizado las existencias que normalmente deberían durar tres semanas en solo tres días».
Los equipos de MSF, incluido el personal médico, tienen sus movimientos extremadamente muy restringidos desde el sábado; no pueden obtener un paso seguro para apoyar a los colegas médicos palestinos que trabajan día y noche para tratar a los heridos. Los hombres, las mujeres y los niños que no desempeñan ningún papel en las hostilidades no tienen refugios seguros en los que guarecerse. Los equipos de MSF están siendo testigos de un nivel de destrucción que puede haber superado ya los escaladas anteriores. Dos de los hospitales que MSF apoya, Al Awda y el Hospital Indonesio, han sufrido daños en los ataques aéreos, mientras que la propia clínica de MSF sufrió algunos daños en una explosión el lunes pasado.
Actualmente, MSF gestiona una clínica independiente que brinda apoyo a los hospitales de Al Awda, Nasser e Indonesio en Gaza. Además, MSF reabrió el 10 de octubre un quirófano en Al-Shifa para recibir a pacientes con quemaduras y traumas. Asimismo, MSF ha donado suministros médicos al hospital Al Shifa y continuará proporcionando apoyo a centros hospitalarios. Los equipos de MSF en Yenín, Hebrón y Nablus están evaluando activamente las necesidades médicas en Cisjordania, a medida que aumenta la violencia. Al menos 27 palestinos han muerto en ataques de colonos y enfrentamientos con el Ejército israelí.
La población civil, la infraestructura civil y las instalaciones sanitarias deben estar protegidas en todo momento. MSF pide al Gobierno de Israel que cese su campaña de castigo colectivo contra toda Gaza. Las autoridades y facciones israelíes y palestinas deben establecer espacios seguros. Es necesario facilitar urgentemente la entrada de asistencia humanitaria, alimentos, agua, combustible, medicinas y equipos médicos a la Franja de Gaza; no hacerlo costará más vidas.