Cuando nos confinaron hacer casi 50 días me quedé loca… ¿De verdad es tan grave esto que parecía ser una gripe? En cualquier caso, ojalá nos confinaran así en la epidemia de gripe común cada año, nos ahorraríamos muchas vidas, unas 6 mil al año sólo en España. Ese es uno de los costes, y no el principal, de nuestro modelo económico.

Cuando nos confinaron hace unos 50 días pasamos al pánico y a tomar en serio al virus y su potencial. Y creo que ahora, cabalmente, todos estamos en la fase de aprendizaje de esta amenaza para evitarla de aquí en adelante en lo posible, porque es muy peligrosa. Ojalá fuéramos así de racionales, de humanos, con otras enfermedades.

Por más que aprendo de este virus, no acabo de entender cómo se comporta y veo que tampoco los científicos acaban de entenderlo, necesitamos observar más su comportamiento. No me creo que haya salido de un laboratorio, no lo defiende nadie serio y menos los que lo han estudiado. Lo mismo decíamos del VIH y al final fue así, salió del gorila, la zoonosis es el riesgo que hay que asumir por ser carnívoros, aunque prefiramos ignorarlo.

En cuanto a la actuación del gobierno de España en esta crisis, aprecio que se esté guiando por lo que van sabiendo los científicos sobre esto, a nivel internacional obviamente, ya que la ciencia no puede tener fronteras, porque es un concepto ilustrado, progresista, y su objetivo es siempre avanzar, nada puede detener a la ciencia y menos una bandera.

También pareció que el gobierno de España, formado por la coalición PSOE-Podemos, que unos llaman de comunistas bolivarianos y socialistas, y que yo considero de democracia social, salga todos los días, generalmente dos veces, a informarnos en ruedas de prensa de su actuación y sus planes. Ruedas de prensa televisadas ampliamente en las que como su nombre indica, el presidente y los ministros se someten a las preguntas de toda la prensa, a derecha e izquierda.

Aprecio con pasión esta transparencia y alucino cuando en el Congreso otros grupos políticos acusan al gobierno de no estar informándoles de lo que hacen, a eso yo le llamo postureo. También la derecha acusa al gobierno de política errónea en esta crisis, pero sin proponer nunca alternativas más interesantes. Nunca entenderé cómo consiguió Rajoy que los periodistas de España se acostumbraran sin rechistar a comparecencias del presidente en una televisión de plasma y videocomunicados grabados. Eso dice mucho de la prensa de este pías para mi vergüenza. Por eso adoro con pasión que el actual gobierno español haya vuelto a restaurar la democracia; que la prensa pueda preguntar libremente en ruedas de prensa es uno de los pilares de la democracia. Ese ejercicio de someterse a la opinión pública lo hace cada día el gobierno PSOE-Podemos, y no se lo veo hacer a la oposición que tanto se queja de todo y que tanto insulta a niveles rastreros.

También aprecio que el gobierno de España nos esté contando claramente que la economía se va a la mierda, y no repita el error o la ceguera del gobierno socialdemócrata de Zapatero en 2008. Y que el gobierno actual se comprometa a no hacer lo que hizo la derecha en 2012, entiendo que eso significa que no permitirán que la pobreza se dispare durante esta crisis que sabemos que se viene, y que no permitirán que fondos buitres y demás buitres se lo queden todo.

También espero, en este caso confiando más en Podemos que en el PSOE, que blindarán lo público. Porque este es uno de los principales aprendizajes de esta crisis: que lo público, que nace de la idea progresista de solidaridad, es lo único que nos protege ante las amenazas reales que nos acechan. Lo privado, nuestro lado conservador, debería reducirse a lo íntimo.

Por todo esto estoy muy orgullosa del gobierno de España y de su comportamiento en esta crisis, dentro de los desaciertos propios de la improvisación ante algo que ni dios entiende. Ha cumplido 100 días recientemente, la carta blanca habitual, y si tuviera que votar ahora, lo haría con mucho gusto al mismo que voté hace un año sin gran convicción.